Es muy probable que hayas oído hablar alguna vez de las piscinas de poliéster. Sobre todo, si llevas algún tiempo queriendo instalar una en tu vivienda, jardín o chalet. Este tipo de piscinas están teniendo cada vez más popularidad debido a las fantásticas ventajas que ofrecen.

Son piscinas muy firmes, resistentes y duraderas. Además, el proceso de instalación es mucho más rápido y sencillo que el de las piscinas de obra. Estas ventajas han convertido a las piscinas de poliéster en la primera opción de las personas que quieren disfrutar de una piscina en su hogar.

¿Sabes cómo se fabrican?

Se trata de un proceso que comienza con el diseño y moldeado. En primer lugar, se crean unos moldes precisos que determinan la forma y tamaño de la piscina. Estos modelos pueden variar desde piscinas rectangulares hasta formas más elaboradas. El poliéster líquido, en forma de resina y endurecedor, se vierte en el molde, donde se inicia el proceso de polimeración.

El siguiente paso es el reforzamiento con fibra de vidrio. Este componente es esencial para reforzar la estructura de la piscina. Una vez que la resina de poliéster se ha vertido en el molde, se coloca una capa de fibra de vidrio para proporcionar resistencia adicional. Esta capa aumenta la durabilidad de la piscina y ayuda a prevenir la deformación estructural.

Una vez aplicada la resina y la fibra de vidrio, se deja curar y endurecer el molde. Este proceso es esencial para que la piscina adquiera la firmeza y resistencia necesarias. La duración del curado puede variar en función de diferentes aspectos como las condiciones de temperatura o el tamaño de la piscina.

Cuando la piscina alcance el nivel de solidez necesario, se procede al acabado en superficie. Este paso implica la aplicación de capas de gelcoat, una resina pigmentada que proporciona un acabado liso y atractivo a la piscina. El gelcoat también agrega una capa adicional de protección contra la radiación ultravioleta y ayuda a mantener el color de la piscina con el tiempo. Una vez aplicado este producto, la piscina se pinta con el color deseado por el cliente.

Tras este proceso, una vez que el curado esté completo, hay que desmoldar cuidadosamente la estructura de la piscina del molde. Una vez separada, se lleva a cabo una inspección para garantizar que la piscina no tenga ningún defecto. Luego, se llevan a cabo algunos toques finales como la instalación de accesorios, la aplicación de detalles decorativos y la comprobación final de la integridad estructural.

El siguiente y último paso es el transporte e instalación. Una vez que la piscina ha pasado todas las inspecciones y controles de calidad, se prepara para ser transportada e instalada en el lugar que desee el cliente. El proceso de instalación se puede llevar a cabo en sólo dos o tres días si las condiciones son óptimas.

Beneficios de las piscinas de poliéster

Estas piscinas son resistentes a la corrosión, duraderas, de bajo mantenimiento y ofrecen una superficie suave y agradable. Además, su capacidad para adaptarse a diferentes formas y tamaños las hace atractivas para una variedad de entornos y preferencias de diseño.

Contacta ya con Poliéster Eurosur y disfrutar de una piscina de poliéster en tu hogar. Somos expertos en la fabricación de este tipo de piscinas. Además, nos encargamos del transporte e instalación de la misma. Contacta con nosotros y pide tu presupuesto sin compromiso.