En la actualidad, son muchas las opciones que tenemos disponibles a la hora de elegir una piscina para nuestro hogar. Desde las tradicionales piscinas de construcción de hormigón hasta otras alternativas como las piscinas de poliéster o las piscinas desmontables. Con tantos modelos disponibles, es muy importante elegir bien qué tipo de piscina se adapta mejor a tus necesidades.
¿Pero qué tipo de piscina es mejor?
¿Pero qué tipo de piscina es mejor? Cualquier opción te puede ofrecer un gran resultado, pero hay un tipo de piscina que, quizás, sea la mejor opción. Hablamos de las piscinas de poliéster. Este tipo de piscinas, fabricadas con fibra de vidrio, ofrecen una serie de ventajas que las convierten en una opción mucho más atractiva que las piscinas de hormigón, por ejemplo.
Algunas ventajas de las piscinas de poliéster
La primera de esas ventajas es la instalación. Las piscinas de poliéster se instalan de forma rápida y sencilla. Sólo hay que realizar un agujero e instalar el vaso de la piscina dentro. Es un proceso que se puede realizar en sólo dos o tres días si las condiciones son buenas. Las piscinas de hormigón, sin embargo, requieren de un proceso de construcción que puede durar varios días o incluso semanas, además de la mayor problemática que genera la obra.
Otra ventaja es el menor coste que supone el mantenimiento. El poliéster es muy resistente a los productos químicos utilizados para el tratamiento del agua de la piscina, lo que reduce la necesidad de usar grandes cantidades de químicos, simplificando así el mantenimiento.
Además, su superficie lisa y no porosa dificulta la acumulación de algas y manchas, lo que implica un menor tiempo y esfuerzo dedicado a la limpieza y mantenimiento de la piscina. En el caso de las piscinas de hormigón, la superficie suele sufrir más el contacto con productos químicos, además de ser más proclive a la acumulación de algas.
Otro aspecto a destacar de las piscinas de poliéster es su increíble durabilidad y resistencia. El poliéster es un material extremadamente duradero y resistente a los impactos, lo que hace que las piscinas fabricadas con dicho material sean altamente duraderas a largo plazo.
A diferencia del hormigón, que puede agrietarse o deteriorarse con el tiempo, el poliéster es más flexible y menos propenso a sufrir daños estructurales. Esto significa que las piscinas de poliéster son menos propensas a fugas y reparaciones costosas.
Desde el punto de vista estético, las piscinas de poliéster también tienen una ventaja, ya que ofrecen una apariencia elegante y uniforme. La superficie de este tipo de piscinas no presenta juntas visibles ni irregularidades. También poseen una superficie suave y agradable al tacto, evitando así que los roces al nadar puedan causar algún tipo de daño.
La última ventaja por destacar de las piscinas de poliéster es su resistencia a los cambios climáticos. Este tipo de piscinas no se ven afectadas por la expansión y contracción que pudieran causar las variaciones de temperatura. Este aspecto es muy importante en áreas donde las estaciones son extremas y las temperaturas fluctúan significativamente. Esto no ocurre con el hormigón, un material que puede agrietarse o sufrir daños con los cambios de temperatura.
Estas son algunas razones que convierten a las piscinas de poliéster la mejor opción posible, sobre todo, en comparación con las piscinas de hormigón. ¿Quieres instalar una piscina de poliéster en tu hogar? Contacta con Poliéster Eurosur. Somos expertos en la fabricación de piscinas de poliéster. Además, disponemos de un amplio catálogo de modelos de diferentes medidas. ¡Contacta con nosotros!